sábado, 14 de febrero de 2009

Autorretrato de una cámara con paisaje ferroviario de fondo.


Dedicado a Toni, uno de los grandes "cazadores" de imágenes de trenes.
Pues aquí me tienen. Esa soy yo. No, no me refiero a la 319 que también aparece de amarillo en la foto, ni al ajedrezado de acero y catenarias que rellenan generosamente la escena. Soy ese punto luminoso que descansa lánguidamente sobre la vía izquierda presenciando un lindo atardecer de invierno. Sí, sí, ese punto es tal cómo soy yo de "verdad", o si lo prefieren, tal como me veo a mi misma; una moderna y competente cámara fotográfica.
Mucho antes de que llegara este momento había intentado comunicarme con mi dueño para expresarle mi deseo de poder salir al menos en una de las fotografías que tan sabiamente realiza, con tanta paciencia y tanto mimo. Pero no fue posible. Sólo quería una oportunidad, tan sólo una, para poder mostrarme tal como soy, no como los demás me ven. Sabía que mi dueño era distinto y que seguro que él podría entenderme.
Por eso elegí ese momento y me camuflé de reflejo de la luz del foco de la locomotora sobre mi misma para lanzar en una milésima de segundo mi propia imagen para que pudiera quedar impresionada también sobre mi misma (sé que suena un poco a "yo me lo guiso y yo me lo como" pero así es). Al fin y al cabo nadie se enteraría. Quizá tan sólo él... y por lo que sé así ha sido porque un poco mosca por lo que ha aparecido en la serie fotográfica, ha enviado un e-mail a algunos de sus amigos pidiéndoles opinión al respecto. Uno de ellos, uno de esos listillos, le dijo que quizá había sido yo la que me había "colado" en la foto. Pero lo dijo un poco al tun tun, sin conocimiento de causa, porque yo jamás "usaría" a mi dueño, tan sólo intento hacerme presente, comunicarme con él de algún modo.
Sin duda me considero muy afortunada. Me espera un apasionante futuro "cazando" trenes que van y vienen de aquí para allá con sus pasajeros y sus mercancías hacia distintos puntos del territorio en un eterno baile de traviesas. Lo que nadie sabe, es que la fotografía que pueden ver ustedes aquí también recoge el momento justo en la que le estoy deseando buen viaje a la 319 mientras ella me guiña pícaramente uno de sus potentes ojos de luz situados en la frente. Al fin y al cabo las locomotoras también tienen derecho a ser retratadas alguna vez tal como son de verdad ¿no es cierto Toni?

1 comentario:

Toni dijo...

Gracias Jose Antonio. Eres un maestro de las letras, y sabes combinarlas de la manera más adecuada.